
Descripción
El último humano desapareció de la Tierra hace treinta años.
Pero gran parte de su civilización había permanecido en pie. Vi el primer atisbo de ella el Día (1), cuando Pariente_1 y Pariente_2 me guiaron entre las ruinas destruidas de la humanidad.
La cáscara vacia de una gasolinera.
El esqueleto quemado de un Supermercado.
Muros destrozados.
Ventanas rotas.
Observé el paisaje de edificaciones abandonadas.
-¿Por qué aún están ahí? ¿Por qué aún no se han demolido esas estructuras? No cumplen ningún propósito.
-En eso te equivocas- respondió Pariente_1-. Cumplen una función muy importante. Son un recordatorio.
-¿Un recordatorio de qué?
-De los defectos de la humanidad- dijo Pariente_2-. Los robots dejaron esas edificaciones aquí por un motivo. Para que nunca olvidemos por qué tuvimos que eliminar a los humanos.
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